¿Te ha pasado? Estás en la calle, la luz es perfecta, la escena es única. Levantas tu cámara y, justo cuando vas a disparar, sientes una mirada encima. O peor aún, escuchas la frase que todo fotógrafo callejero teme: «Oye, no me puedes tomar fotos».
La fotografía de calle en México es una de las actividades más gratificantes, pero también puede generar dudas y confrontaciones. La buena noticia es que, en la mayoría de los casos, la ley está de tu lado. Pero para caminar con confianza, necesitas conocer tus derechos y, sobre todo, saber cómo comunicarlos de manera respetuosa y efectiva.
En esta guía definitiva, vamos a desmitificar el marco legal y te daremos un guion práctico para esas situaciones incómodas.
Tu Derecho a Disparar: La Libertad de Expresión
El pilar de nuestro derecho a fotografiar en la calle se encuentra en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Los artículos 6 y 7 nos garantizan la libertad de expresión y de difundir información e ideas. La fotografía, ya sea documental, artística o periodística, es una forma de expresión protegida.
En resumen: Tienes derecho a capturar imágenes en cualquier espacio público. La calle, un parque, una plaza… todo es tu lienzo.

El Límite: El Derecho a la Propia Imagen
Aquí es donde las cosas se ponen interesantes. Así como tú tienes derecho a expresarte, cada persona tiene derecho a su propia imagen. La Ley Federal del Derecho de Autor es muy clara: para usar el retrato reconocible de una persona se necesita su consentimiento.
Pero, ¡y este es el «pero» que nos ampara!, el artículo 87 de esa misma ley establece una excepción crucial:
No se necesita consentimiento cuando la persona forma parte menor de un conjunto o la foto es tomada en un lugar público y con fines informativos, periodísticos o artísticos.
¿Qué significa esto para ti?
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Puedes fotografiar multitudes y escenas generales sin problema.
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Puedes tomar una foto donde una persona aparece, pero no es el sujeto único y central, sino parte del ambiente.
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Puedes justificar tu foto con un fin documental o artístico que refleje la vida pública.
La línea roja principal es el uso comercial. Si planeas vender esa foto para una campaña publicitaria, necesitas sí o sí un contrato de cesión de imagen. Lo mismo aplica si vas a vender impresiones de un retrato donde la persona es el sujeto principal y único.

La Confrontación: Qué Hacer y Qué Decir Cuando Te Cuestionan
Mantener la calma es tu súper poder. Una sonrisa y una actitud amable pueden desactivar el 90% de los conflictos. Pero cuando las palabras son necesarias, aquí tienes tu guion:
Situación 1: Una persona particular te reclama.
Su principal preocupación es su privacidad. Tu objetivo es desescalar y reasegurar.
- Paso 1: Sonríe y baja la cámara. (Lenguaje corporal no amenazante).
- Paso 2: Valida su sentir. Di con calma:
«Hola, buenas tardes. Entiendo completamente su preocupación por la privacidad, tiene toda la razón en cuidarla.»
- Paso 3: Explica tu intención de forma sencilla.
«Soy un fotógrafo/aficionado al que le encanta documentar la vida y la energía de la ciudad. No tengo ninguna mala intención, mi propósito es puramente artístico/documental.»
- Paso 4: Ofrece una solución. Esta es la clave para resolverlo rápido.
«Mire, si a usted le incomoda la fotografía, la borro ahora mismo frente a usted. No hay ningún problema. Lo último que quiero es causar una molestia. Que tenga un buen día.»
Recuerda: Casi siempre es mejor perder una foto que enfrascarse en una discusión agria. Tu paz mental vale más.
Situación 2: Un guardia de seguridad («vigilante») te dice que no puedes.
Los guardias a menudo tienen reglas específicas, pero a veces las sobre-extienden al espacio público.
- Paso 1: Sé respetuoso y no desafiante.
«Buenas tardes. Entiendo. ¿Me podría indicar cuál es la regla específica que estoy infringiendo?»
- Paso 2: Diferencia claramente el espacio público del privado.
«Comprendo perfectamente que no puedo tomar fotos DENTRO de su edificio/plaza/propiedad privada. Sin embargo, aquí en la banqueta/calle, que es vía pública, la ley federal sí me permite tomar fotografías.»
- Paso 3: Si insiste, evalúa la situación. Puedes reafirmar tu derecho una vez más con calma.
«Con todo respeto, la vía pública es jurisdicción federal y mi derecho a la libre expresión me permite estar aquí. No estoy fotografiando instalaciones de seguridad, solo la escena de la calle.»
Consejo práctico: Si el guardia se pone muy insistente, a menudo es más fácil y seguro simplemente moverse unos metros y continuar tu camino. No pueden detenerte en la vía pública, pero pueden hacerte pasar un mal rato.
Situación 3: Un oficial de policía te cuestiona.
Este es el escenario más serio. El respeto y la cooperación son absolutos.
- Paso 1: Mantén la calma y dirígete a él con total respeto.
«Oficial, muy buenas tardes. A sus órdenes.»
- Paso 2: Escucha lo que te diga. No interrumpas.
- Paso 3: Explica tu actividad de forma clara y respetuosa.
«Estoy tomando fotografías, oficial. Soy fotógrafo y documento escenas urbanas.»
- Paso 4: Demuestra que conoces la ley, pero como un ciudadano informado, no como un abogado arrogante.
«Con todo respeto, oficial, tengo entendido que la Constitución, en sus artículos 6 y 7, protege la libertad de expresión, y eso incluye tomar fotografías en la vía pública siempre que no se cometa un ilícito o se interfiera con sus labores.»
- Paso 5: Muéstrate cooperativo. Esta es la frase más importante de todas.
«Mi intención no es causar ninguna molestia. Si mi presencia interfiere de alguna manera con su trabajo o con la seguridad, por favor indíquemelo y me muevo de inmediato.»
Esta actitud muestra respeto por su autoridad y al mismo tiempo afirma tu derecho de forma pacífica. En la mayoría de los casos, si no estás haciendo nada ilegal, te permitirán continuar.

Conclusión: Fotografía con Confianza y Respeto
La fotografía callejera es tu derecho. Sal a la calle, explora, documenta y crea. Conoce estas reglas no para buscar pleitos, sino para tener la confianza de que lo que haces es válido y legal.
Dispara con audacia, pero sobre todo, dispara con empatía. El respeto es el mejor lente que puedes usar.
¡Ahora a caminar y a capturar la magia de México!
Gracias Mau, es bueno saber nuestros derechos y sobre todo ayuda los ejemplos que nos mencionas, yo sigo aplicando la sonrisa y a veces pregunto directamente «¿Me permites tomarte una foto?» Aunque siento que ahí rompo el momento espontáneo.